En el año 2003 se instalaron en el litoral de Barcelona 365 estructuras artificiales de hormigón con el objetivo de ayudar a la recuperación de la calidad ambiental y el incremento de la biodiversidad marina del litoral de la ciudad. El Zoo de Barcelona, a través de su fundación, ha realizado el seguimiento científico-técnico durante estos años y ha velado por la mejora del ecosistema marino del litoral barcelonés.

Este proyecto surgió dentro de la propuesta de recuperación general del frente litoral Besòs, a raíz de la mejora del sistema de saneamiento (remodelación de la depuradora del Besòs, recuperación ambiental del tramo final del río Besòs, construcción de los depósitos de pluviales...). La calidad ambiental tanto de las aguas marinas como de los fondos marinos costeros presentaba una gran oportunidad de mejora vinculada a los usos y servicios ambientales marítimos.

Dieciséis años después del hundimiento de los arrecifes artificiales se ha conseguido proteger la fauna y la flora autóctona, se ha incrementado la diversidad de organismos marinos que allí habitan, se ha mejorado la actividad de pesca artesanal de la zona, se ha dado a conocer el ecosistema marino a la ciudadanía y se ha proporcionado apoyo a la investigación del fondo marino al ser una plataforma de ensayo científico.

Durante este tiempo, el Zoo de Barcelona ha llevado a cabo el seguimiento científico-técnico que ha permitido observar la evolución de la colonización de las diferentes especies que se encuentran, como las algas, las esponjas, los corales blandos, las anémonas, la ostra plana, el pulpo común, la langosta común o muchas especies de peces, como el cabracho o la cabrilla. Los arrecifes han permitido también observar los efectos de la dinámica de las corrientes marinas y de los temporales sobre el litoral.

El Zoo de Barcelona: impulsor de la mejora de la biodiversidad marina

La creación del Parque de los Arrecifes y su estudio y seguimiento posterior ha comportado el aseguramiento de la mejora del hábitat submarino costero con la proliferación de una gran diversidad de organismos marinos. Uno de los próximos retos del nuevo modelo de Zoo es la creación del Centro de Conservación de la Biodiversidad Marina, que seguirá con esta tarea y velará por la preservación y conservación de especies amenazadas, de fauna autóctona y mediterránea. Además, también trabajará para impulsar la investigación y los proyectos en la naturaleza que mejoren su situación, así como la intensificación de la función educativa y de sensibilización.

Emplazamiento y características del Parque de los Arrecifes

El Parque de los Arrecifes está situado en la zona comprendida entre la nueva bocana del puerto de Barcelona y los espigones sumergidos del colector de Bac de Roda, abarcando unos 11 kilómetros cuadrados de fondo marino donde hay instaladas un total de 365 estructuras sumergidas.

Mapa de situación del Parque de los Arrecifes de Barcelona

Los arrecifes son estructuras artificiales que se construyen a imagen de los fondos rocosos naturales apilando módulos de naturaleza diversa y de textura rugosa, con el fin de facilitar su colonización por parte de las diferentes especies marinas. Además de favorecer la diversidad biológica, el diseño de los arrecifes artificiales está pensado para proteger de la pesca ilegal los organismos que los habiten.

La biodiversidad que alberga el Parque de los Arrecifes

Los organismos que se encuentran fijados en las estructuras artificiales del Parque de los Arrecifes se distribuyen ocupando cualquier superficie colonizable expuesta al contacto con el agua. El grado de recubrimiento de todas las estructuras por parte de plantas y animales es superior al 100 %, ya que se localizan diferentes capas de organismos sobre el sustrato rugoso artificial de hormigón.

Los organismos que allí habitan se distribuyen en función de la exposición a la luz y del tipo de alimentación. Las algas se localizan en la parte superior de los arrecifes, es decir, en la más iluminada. En las paredes verticales predominan organismos filtradores que se alimentan de las sustancias en suspensión en el agua: corales blandos, espirógrafos, mejillones... En torno a los organismos filtradores se distribuyen otros organismos que se alimentan directamente de estos, como el pulpo común, que es un molusco sin concha que habita en cuevas o guaridas. Los nudibranquios, la gran familia del Parque de los Arrecifes, son también moluscos sin concha, como una especie de babosas marinas, que pueden adoptar una gran diversidad de formas, tamaños y colores. En relación con otros puntos del litoral catalán, en el Parque de los Arrecifes se pueden ver gran cantidad y diversidad de nudibranquios.

Otras especies conocidas como la ostra plana, el pulpo común, la langosta común o la cabrilla son habitantes del Parque de los Arrecifes y se espera que en los próximos años estas poblaciones vayan en aumento. Uno de los peces que más se ha integrado en este hábitat ha sido el cabracho, que vive en estrecho contacto con el fondo rocoso y se mimetiza muy bien con lo que lo rodea.

El próximo paso será la creación del Centro de Conservación de la Biodiversidad Marina para seguir velando por la preservación de los organismos marinos y concienciar sobre la protección de los hábitats mediterráneos amenazados.