Desde el Zoo de Barcelona lamentamos profundamente la gran pérdida que estamos sufriendo con los incendios asoladores de Australia. Las consecuencias de los fuegos han representado unas pérdidas devastadoras de millones de hectáreas de bosque, un terrible golpe para toda la biodiversidad del continente, del que mamíferos, reptiles y aves han sido la parte animal más afectada.
Todo ello está directamente relacionado con el cambio climático, ya que, según los expertos, en los próximos años, las sequías, la severidad de los incendios y el aumento de las temperaturas pueden ir a más a causa de este.
Ante la actual crisis de incendios en Australia, la Asociación de Zoos y Acuarios (ZAA) de Australasia coordina una respuesta colaborativa de rescate y rehabilitación de la vida salvaje afectada, en la que tú también puedes colaborar por medio de la página web https://zooaquarium.org.au. Las donaciones recaudadas se utilizarán para devolver animales sanos y rehabilitados a la naturaleza y fomentar la investigación orientada a reevaluar el estado de las especies y la regeneración de su hábitat.
Para cumplir con nuestra misión de conservación de especies animales de todo el mundo, en el Zoo de Barcelona acogemos fauna y flora de este continente. Por lo tanto, aquí puedes encontrar mamíferos como el canguro rojo (Macropus rufus) o el ualabí de cuello rojo (Macropus rufogriseus), dos especies emblemáticas de Australia; reptiles singulares, como el lagarto de cuello con volantes (Chlamydosaurus kingii) o la pitón verde (Morelia viridis), del extremo norte de Australia; y magníficas aves, como la cucaburra (Dacelo novaeguineae), la cacatúa blanca (Cacatua alba) o el loro ecléctico (Eclectus roratus).
Además, hay vegetación propia de Australasia, como el roble australiano (Grevillea robusta), un bonito árbol procedente de las costas del este de Australia, o el pino de la isla de Norfolk (Araucaria heterophylla), una conífera que mide más de 35 metros. También puedes descubrir el árbol botella (Brachychiton populneus), llamado así por la forma de su tronco, que está distribuido por toda Australia y da unos frutos con aspecto de cápsulas negras muy llamativas.
Tenemos un objetivo muy claro y seguiremos trabajando por la naturaleza, ya que de ella depende la preservación del mundo.