Siguiendo las indicaciones de la coordinadora del programa europeo de conservación (EEP) de la gacela dorcas (Gazella dorcas osiris), en mayo del año pasado llegó al Zoo un macho joven de esta especie originaria de África con la misión de renovar la línea genética de la población que vive en los zoos europeos. “El asturiano”, que es como los cuidadores llaman a este nuevo macho reproductor porque nació en un centro de cría de Asturias, ha hecho un buen trabajo y ya se ha estrenado como padre de 4 machos y 2 hembras. Las nuevas crías conviven con el resto del grupo, formado por su padre y 17 hembras más, que llevarán los nombres de sus cuidadores y cuidadoras.
Estos nuevos nacimientos tienen lugar 10 años después del primer traslado de ejemplares a Senegal dentro del proyecto de recuperación de esta especie llevado a cabo por la Estación Experimental de Zonas Áridas d’Almeria del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) con el apoyo de varios zoos europeos y la estrecha colaboración del Zoo de Barcelona, que ha proporcionado al proyecto ejemplares, financiación y asesoramiento veterinario y pedagógico. El futuro de la gacela dorcas, que se encuentra en situación vulnerable en sus hábitats de origen en los desiertos y estepas del norte de África, es ahora más esperanzador, y se prevé que nuevos ejemplares nacidos en los zoos europeos, incluido el el de Barcelona, sirvan en un futuro próximo para repoblar nuevas áreas originarias de esta especie en Senegal.
Explorando nuevos proyectos sobre el terreno
El llamado ”Equipo español” formado por la Estación Experimental de Zonas Áridas-EEZA del CSIC (Consejo Superior de Investigaciones Científicas) y el Zoo de Barcelona, que ya trabajaron conjuntamente con éxito en el proyecto que os comentábamos más arriba de reintroducción de la gacela dorcas en el Parque Nacional de Ferlo (Senegal), ha sido recientemente contactado por la FAO con la propuesta de reproducir el mismo sistema de gestión en la reserva de Koily-Alpha en la región de Mbula, al norte del país. En esta ocasión, el objetivo del proyecto es que en esta zona, gestionada como reserva comunitaria por la propia población local con objetivos que incluyen el ecoturismo, se pueda restituir la flora y fauna locales, incluida la reintroducción de especies animales ya desaparecidas como la gacela mhor (Nanger dama mhorr), la gacela dorcas (Gazella dorcas), el órix blanco (Oryx dammah) y la tortuga de espolones africana (Geochelone sulcata), y árboles como el baobab o el Koily (Mitragyna inermis), que da nombre a la reserva. El proyecto está inscrito dentro del programa pan-africano de la “Grande Muraille Verte”, que abarca todo el Sahel, de Senegal a Eritrea, y que tiene como objetivo frenar el avance de la desertización.
El pasado mes de Febrero, el equipo de trabajo español --formado por Conrad Enseñat y Hugo Fernández, respectivamente conservador de mamíferos y veterinario de nuestro zoo, y la responsable de la dirección del equipo Teresa Abáigar, de la EEAZ/CSIC-- fueron invitados por la FAO a participar en un taller en Senegal conjuntamente con el resto de partners del proyecto, que incluye representantes de la comunidad local, de etnia Peuhl. La estancia permitió hablar de las acciones a emprender y también estudiar sobre el terreno las características del pequeño cercado ya existente y las posibilidades de delimitación definitiva de la reserva, con una área potencial de 2.500 ha en una zona muy explotada por la ganadería que ha comportado una fuerte desestructuración del suelo y la desaparición de especies.
La exploración de la reserva, con la participación de los ecoguardas locales, consistió en el estudio de la floral local (árboles, arbustos y herbáceas) y la identificación de la fauna a través de rastros y la colocación de cámaras-trampa. También se estudiaron zonas de especial importancia para el proyecto, como los terrenos temporalmente inundables y las áreas de interés paisajístico. Saber exactamente la situación actual de la zona es esencial para avanzar en el proyecto.
Se espera que a lo largo de este año se firme con la FAO el acuerdo de este proyecto ambicioso, que como hemos dicho no se limita a la reintroducción de algunos animales, sino que pretende la restitución de la biodiversitat animal y vegetal con la implicación de la población local, que saldrá beneficiada económicamente y también culturalmente, con la recuperación de aspectos identitarios propios. Por ahora, la colocación y mantenimiento de la cerca ya está generando trabajo y ha empezado a proteger la flora y la fauna del país: un primer paso!
