Tortuga gigante de las Galápagos
Esta especie pasa mucho tiempo en el fango o medio sumergida en el agua para regular la temperatura del cuerpo y protegerse de los parásitos. Se alimenta de hierba y hojas, aunque la dieta varia de una isla a la otra.
Se calcula que antes de la llegada de los exploradores blancos vivían unas 250.000 tortugas en el archipiélago, pero actualmente, a causa de la explotación excesiva y de la competencia con la fauna introducida, tan solo quedan unas 15.000, desigualmente repartidas entre las diferentes subespecies.
Programa de Cría
Hábitat Natural
Islas Galápagos.
- Distribución / Residente
- Reproductor
- Hivernante
- Subespecies
Grado de riesgo
- Extinta
- Extinta en estado salvaje
- En peligro crítico
- En peligro
- Vulnerable
- Casi amenazada
- Preocupación menor
- Datos insuficientes
- No evaluada
Taxonomía
Características físicas
Biología
Reproducción
Biología
Son las tortugas terrestres más grandes que hay, junto con las tortugas del grupo de las Seychelles en el océano Índico. Los ejemplares de mayor tamaño pueden medir hasta 1,8 m y pesar más de 300 kg.
Su hábitat lo constituyen las tierras áridas de lava que forman el suelo de las islas Galápagos. Se pasa las horas más frescas del día en el suelo completamente seco de lava de las tierras bajas de las islas, donde el terreno es generalmente árido y cubierto de hierba, pero durante las horas de más calor del día se suelen desplazar a las tierras altas volcánicas, más húmedas, donde encuentran charcos de agua y se alimentan de la vida vegetal exuberante que crece.
Su alimentación es fundamentalmente herbívora, ya que comen hierbas, hojas, barrones y frutos de diferentes especies de plantas, entre ellas cactus, aunque también se pueden alimentar de carroña y de otros restos orgánicos.
De reproducción ovípara, la hembra pone de cuatro a catorce huevos en pequeños agujeros hechos en la arena. Durante la cópula, el macho emite unos bramidos ruidosos que se pueden oír a distancias considerables.
En la época de lluvias pasan una buena parte del tiempo entre el fango o semisumergidas con el fin de termoregularse o protegerse de los parásitos. Forman una estructura social muy laxa que se basa en una jerarquía definida básicamente por el tamaño de los animales, que se manifiesta en el hecho que a menudo interaccionan agresivamente entre ellas, entrechocando los caparazones y mordiéndose las extremidades, tanto en las luchas entre machos como en el cortejo.
Tiene una longevidad espectacular, una de las más largas de todo el mundo animal. Unos de los ejemplares más famosos de esta especie fueron una hembra llamada Harriet, que murió el año 2006 en un zoo australiano a los 176 años y que supuestamente fue estudiada por el mismo Charles Darwin, y un macho llamado George el Solitario, el último ejemplar de las tortugas de la isla Pinta, que murió el año 2012, a los 112 años.
Como el medio ambiente, el paisaje y el clima varían mucho de una isla a la otra, e incluso dentro de una misma isla, la morfología, el tamaño y el peso de las diferentes poblaciones de tortugas también cambian, hasta el punto que se reconocen hasta quince subespecies, de las cuales tan solo sobreviven once. Últimamente, algunos autores consideran que estas subespecies son, en realidad, especies diferenciadas, aunque este criterio no es aceptado por el momento por todos los especialistas.
La abundancia impresionante de tortugas que encontraron los primeros visitantes de las islas es cosa del pasado a causa de la excesiva caza que sufrió esta especie, sobre todo durante el siglo XIX, por parte de los marineros que las llevaban a bordo de los barcos como fuente de carne fresca durante las largas travesías marítimas, aprovechando la resistencia de estos animales a la falta de agua y alimento.
Por otro lado, la introducción de especies exóticas como ratones, perros, gatos o cabras en el frágil ecosistema de las islas Galápagos también ha contribuido a la gran disminución de las poblaciones y a la extinción definitiva de hasta tres subespecies.
El Parque Zoológico de Barcelona participa en el Libro de Registro Europeo (ESB) de esta especie en cautividad.