Hiena manchada
A pesar de que es conocida principalmente por sus costumbres carroñeras, la hiena manchada es un poderoso depredador que caza en grupo y es capaz de capturar presas de un tamaño considerable. Su área de distribución alcanza una buena parte de África en el sur del Sáhara, donde ocupa todo tipo de hábitats, excepto las selvas densas y los desiertos.
Programa de Cría
Hábitat Natural
De distribución exclusivamente africana, su hábitat son las sabanas y otros espacios abiertos de una buena parte del continente; así, se localiza de una manera más o menos continuada desde el sur del Sáhara hasta Namibia y el norte de la República de Suráfrica, excepto en desiertos y en las selvas tropicales de la cuenca del río Congo.
- Distribución / Residente
- Reproductor
- Hivernante
- Subespecies
Grado de riesgo
- Extinta
- Extinta en estado salvaje
- En peligro crítico
- En peligro
- Vulnerable
- Casi amenazada
- Preocupación menor
- Datos insuficientes
- No evaluada
Taxonomía
Características físicas
Biología
Reproducción
Biología
La hiena manchada, con un peso que puede superar los 80 kg, es la especie de mayor tamaño de los hiénidos, una familia del orden de los carnívoros que se caracteriza por tener las extremidades anteriores ligeramente más largas que las posteriores, un hocico corto y grueso, ojos y orejas grandes, unas mandíbulas poderosas y unas muelas fuertes y desarrolladas que indican la alimentación carnívora. En el caso de la hiena manchada, están especializadas para poder triturar los huesos grandes y desgarrar tejidos duros que otros grandes carnívoros no pueden comer ni digerir.
Ocupa todo tipo de hábitats, excepto las selvas densas y los desiertos.
Muy adaptables y oportunistas, pueden comer desde liebres, réptiles y huevos de avestruces hasta facoceros, impalas y jóvenes jirafas, búfalos o hipopótamos, aunque sus presas preferidas son las gacelas, las cebras y los ñus.
Una característica destacable de la especie es que la apariencia de ambos sexos es muy parecida, curiosamente incluso la de sus órganos genitales, ya que el clítoris de las hembras está tan desarrollado que parece un pene y, además, presenta una bolsa que recuerda el escroto de los machos. Es por esta razón que muchos pueblos africanos creen que las hienas son animales hermafroditas.
Las hienas manchadas no son reproductores estacionales y se pueden reproducir en cualquier momento del año, aunque lo hacen más a menudo durante la estación húmeda. La gestación puede variar considerablemente, aunque la media es de 110 días, y la camada suele estar formada por dos crías, aunque ocasionalmente se han registrado casos de tres crías o incluso cuatro.
Vive en grupos familiares constituidos hasta por una treintena de ejemplares, que suelen estar liderados por una hembra adulta. En algunos lugares especialmente ricos en presas potenciales, como el cráter del Ngorongoro, en Tanzania, se pueden llegar a formar grupos de más de ochenta animales. Estos clanes más o menos emparentados defienden su territorio ante otros clanes de hienas marcando los límites con las secreciones de las glándulas anales, la orina y los excrementos.
De hábitos nocturnos o crepusculares, las madrigueras subterráneas son excavadas por ellas mismas o aprovechando y agrandando las de los cerdos hormigueros y otros animales excavadores. Como la especie social que es, emite toda una serie de variadas vocalizaciones, la más conocida de las cuales es como un ladrido repetitivo que recuerda vagamente la risa humana.
A pesar de la imagen que desde siempre se ha transmitido de esta especie, un animal que se limita a comer los despojos que puede rapiñar a los auténticos cazadores de la sabana como los leones, guepardos o leopardos, todos los estudios de campo llevados a cabo en su hábitat natural demuestran que casi el 70% de las presas son capturadas por estos predadores inteligentes que cazan en grupo y que, en muchas ocasiones, son expoliadas por los mismos leones, que se aprovechan de las habilidades cinegéticas de las hienas.
Aún habitual en determinadas zonas de su extensa área de distribución, las poblaciones se encuentran hoy en día en regresión en muchas regiones a causa de la persecución directa del ser humano, que las extermina a tiros, con trampas o incluso utilizando venenos.
El motivo de esta persecución es que se considera un flagelo para el ganado doméstico, que a menudo es atacado por las hienas, así como un serio competidor para la caza de la fauna salvaje. Estos conflictos, pero, se dan como consecuencia de la misma presión humana, ya que la pérdida de hábitat natural causada por los asentamientos humanos y las actividades agrícolas y ganaderas son las que provocan la disminución de la densidad de las especies salvajes consumidas por este activo depredador.
De hecho, actualmente tan solo se mantienen poblaciones numerosas de este animal en el interior de las reservas, en los parques nacionales y en otras zonas protegidas del continente africano.