Con la llegada de los dragones de Komodo al Zoo de Barcelona en el año 2005 empezó nuestra colaboración con el proyecto Komodo Survival Program, promovido por la Asociación Europea de Zoos y Acuarios (EAZA), que tiene lugar en la isla de Flores, donde las poblaciones de la especie están en peligro de extinción.
El Zoo de Barcelona contribuye económicamente en importantes tareas de conservación que se realizan todos los años con los científicos de campo que trabajan para el grupo de cría europea de la especie del Programa europeo de especies en peligro (EEP), en estrecha colaboración con las autoridades indonesias, que nos envían un informe de las actividades realizadas en el año 2018 en las reservas de Wae Wull, Wolo Tadho, Riung y Tujuh y en el islote de Longos, áreas situadas en la costa norte y noroeste de la isla de Flores.
Se han llevado a cabo recuentos mediante el uso intensivo de cámaras infrarrojas y se ha podido constatar que las poblaciones de dragones y de sus presas principales, los jabalíes, los ciervos de la Sonda y los búfalos de agua, se mantienen constantes. También se ha confirmado un fuerte aumento de perros salvajes en las reservas. Las 330 cámaras colocadas han permitido terminar el mapa de la distribución de la especie en la isla de Flores y descubrir una nueva población en el islote de Longos.
Los estudios de campo han permitido descartar la presencia del invasivo sapo asiático común, Duttaphrynus melanostictus, especie peligrosa para los varánidos, ya que, de comérsela, podrían envenenarse.
Por otra parte, se han mantenido las actividades educativas dirigidas a adultos y a alumnado de primaria y secundaria en las localidades próximas a las reservas, con la finalidad de aumentar la concienciación de la población sobre la importancia de proteger el medio ambiente, además de los cursos de ecoturismo y de artesanía implantados en el año 2017.
Las jornadas de trabajo con los ganaderos de la zona para mitigar el conflicto con los dragones fueron muy importantes para conservar el hábitat.
A finales de 2018 prácticamente habían acabado los trabajos de construcción del centro de información y educación, así como el pequeño auditorio, y el espacio donde se tratan las prácticas sostenibles de ganadería y producción de biogás.
