El 17 de mayo llegó al Zoo de Barcelona el macho de lobo ibérico Gordo, de 8 años de edad.

Había sido desplazado del grupo con el que vivía en el Parc Zoologique de Paris y, por lo tanto, se le buscaba un nuevo hogar. El coordinador del Programa europeo de especies en peligro (EEP) de lobo ibérico creyó oportuno que viniera a Barcelona para hacer compañía a nuestra loba Ares, de edad similar.

Hoy por hoy, Gordo se ha adaptado muy bien en las nuevas instalaciones, le gusta marcar el territorio, buscar, hurgar y comer la carne que los cuidadores le disponen de maneras que prolongan el tiempo de ingestión, tal como sucedería en la naturaleza, y también favorecen que ejercite y refuerce la musculatura.

Con Ares se intercambian la instalación diariamente para que se acostumbren el uno al otro de una forma natural a través del olfato.