El Zoo de Barcelona es una entidad municipal muy vinculada a la ciudad.
La gestión de residuos se controla de manera muy estricta y, desde el año 2010, cuando se construyó el Punto Verde del Zoo, año tras año se ha ido incrementando la valorización de los residuos, y en la actualidad se consigue un reciclaje de más del 80 % del peso total.
El Parque Zoológico de Barcelona dispone de un espacio cerrado de recepción selectiva de residuos, el Punto Verde, que está ubicado cerca de la entrada del parque de la Ciutadella y ocupa una superficie aproximada de unos 200 m2. Incluye contenedores, compactadoras y espacio suficiente para almacenar todos los residuos que se generan diariamente.
El Punto Verde es un espacio visible y accesible para los visitantes y tiene un aula educativa que permite explicar el proceso de reciclaje a escolares y visitantes.
En el Punto Verde se almacena la mayor parte de los residuos en contenedores específicos.
Las fracciones principales de residuos generados en el parque zoológico es el estiércol, que se gestiona de manera diferenciada de la materia orgánica y representa más del 70 % del peso total de residuos generados en el Zoo. La fracción de desecho supone cerca del 10 % del total de residuos, y proviene mayoritariamente de la recogida de papeleras y del sector de la restauración.
En el Zoo, para recoger la materia orgánica, hay repartidos cerca de los hábitats de los animales 30 contenedores metálicos de 1 m3, donde se acumulan los restos de sus instalaciones. Estos restos los recoge el personal interno con un vehículo (toro mecánico) y los lleva al Punto Verde.
Cada año se hacen unos 115 desplazamientos al Punto Verde del Zoo, para trasladar las aproximadamente 1.200 toneladas de materia orgánica que se generan.
Una pequeña parte de este estiércol se trata directamente en el Zoo, en ocho compostadoras donde se acumula la materia orgánica y que producen unas 5-7 toneladas de compost al año.