El día internacional de la educación ambiental se originó al 1975, año en qué tuvo lugar el seminario internacional de educación ambiental en Belgrado. En este acto se establecieron los principios de la educación ambiental en el marco de los programas de las Naciones Unidas. Como resultado, se publicó la carta de Belgrado, que encarna las exigencias fundamentales de la educación ambiental.

La cultura medioambiental surgió en la década de 1980, para llamar la atención sobre los daños que el planeta empezó a sufrir y desarrollar acciones para frenar y revertir el cambio climático y otros fenómenos que están matando los ecosistemas.

La educación ambiental es un proceso dinámico y participativo, que busca despertar en la población una conciencia que le permite identificarse con problemas medioambientales tanto en el nivel general (global) como en el nivel específico (medio donde vive). También busca identificar las relaciones de interacción e independencia entre el medio ambiente (medio ambiente) y el hombre, así como promover una relación armoniosa entre el medio natural y las actividades humanas a través del desarrollo sostenible, todo esto con el objetivo de garantizar la sostenibilidad y la calidad de las generaciones actuales y futuras.

No es casualidad pues, que el Departamento de Educación del Zoo de Barcelona abriera sus puertas durante aquel año para dar respuesta a la necesidad educativa en esta materia que se pedía desde la ciudadanía. Desde entonces, miles de niños y niñas, familias, estudiantes, maestras/os... nos han visitado, hecho que nos ha permitido ir plantando semillas de la cultura medioambiental que es tan necesaria.

Cambiarán conceptos, evolucionaremos, nos adecuaremos a las nuevas realidades, pero siempre trabajaremos en pro de la educación, el medio ambiente y la sostenibilidad de nuestro planeta.


Por este motivo... Seguiremos  trabajando por la naturaleza!