Es un árbol de porte no muy alto ni espectacular que destaca por la forma curiosa de las hojas, que os ayudará a entender su nombre común. En su lugar de origen, es un árbol perenne, pero en el clima mediterráneo se comporta como caducifolio si el frío es muy severo. Si es la época, fijaos también en las flores, parecidas a las de las orquídeas. Le gusta mucho el sol y es una de las especies pioneras en colonizar los claros de los bosques y las zonas recién taladas.

Aunque aquí lo utilizamos como árbol ornamental, en sus lugares de origen, la medicina popular le atribuye propiedades contra la diabetes.