En los jardines hay pocos refugios para la fauna urbana. A menudo, la tala y la necesidad de dejarlo todo limpio obliga a los jardineros a retirar cualquier tronco o rama vieja de los árboles. En el Zoo hemos empezado a cambiar esta tendencia y estamos dejando troncos viejos y árboles muertos en pie o tirados por el jardín y así creamos espacios que la fauna urbana pueda ocupar: son los biotroncos.
La madera vieja es ideal para que los murciélagos utilicen sus agujeros, los autillos hagan el nido, para que los erizos, lagartijas, dragoncillos y pequeños paseriformes puedan cobijarse, y es el sustrato perfecto de hormigas, abejas o diferentes insectos y arañas que forman parte de la biodiversidad del Zoo.
Foto encabezamiento: Árbol cortado delante de la instalación de las hienas
Esta primavera hemos repartido por el Zoo los troncos viejos de dos chopos, un árbol del amor, dos sóforas y un plátano, y les hemos hecho agujeros de diferentes tamaños para convertirlos en cobijo, el nido o la madriguera perfecta para la fauna del jardín. ¡Fíjate en estos hoteles de fauna cuando pasees por el Zoo!