Árbol de tronco largo y ramas en disposición erecta que acaban formando una copa abierta. Las hojas son de color verde oscuro por el anverso y más pálidas por el reverso. Las flores, que no tienen pétalos, dan paso en verano a unos frutos alados aptos para ser transportados por el viento. Forma bosques llamados fresnedas que se acompañan de avellanos, abedules o robles, y de un sotobosque de lastón, fresas y madreselva. En Cataluña, solo se encuentran en los Pirineos y en el Montseny, donde se están reduciendo debido al avance de los terrenos de cultivo.

Es un árbol cargado de simbología. En la mitología germánica se dice que Adán se hizo con madera de fresno, mientras que para Eva se empleó la madera de olmo. Los ingleses creen que una mala añada en la fructificación de los fresnos señalaba la muerte de un rey.